lunes, 22 de noviembre de 2010

Sin nada que envidiar

“Entre la loma, solo mirando la tierra que los vio nacer”
“Las casas de veraneo”

“Con exuberante vegetación, cuidada por los animales, entre el medio de un paraíso”

“El que nunca ha tenido nada le falta”

En la loma del Diviso, Provincia Juan Sánchez Ramírez, encontrar estas hermosas casas entre las montañas, nos pone a pensar, cómo vivirán estas personas, sin darle mente a nada, con lo que le regala la naturaleza, mirando el bosque, criando sus animales; tal vez con un milloncito de los que gastan esos funcionarios en grandes mansiones, como lo dice Nuria, se podría cambiar la vida no de dos, o tres familias en el Diviso, sino, de diez o veinte, o que tal vez con medio millón se les consigue buena agua sin tener que caminar kilómetros loma abajo a buscar, para darle a los animales y satisfacer sus necesidades.
Llegar a una de esas familias, es como llegar a un lugar soñado y educado, donde nadie te cierra la puerta, que te sirven un plato de arroz sin tu tener hambre, te facilitan todo lo que tienen, hasta te ofrecen dormir en su humilde hogar sin preguntarte a qué vas.
No es nada exagerado ni extremo, pero si llegas a unas de estas casas en un campo tan bonito como este, la familia si cría chivos o gallinas, rápidamente te ofrece una gallina criolla, o que vuelvas para que te comas un chivo con ellos.
No hace falta andar en un helicóptero para ver de qué están hechas, porque de la loma del frente puedes mirar lo que quieras.

¿Y no es un paraíso, con exuberante vegetación y un sueño que no todos los millones del mundo lo compran?
“Una humildad tan encantadora, con gente maravillosa, educada, amable y hermosa, es el paraíso más grande del mundo”
 
conminokia.blogspot.com

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